domingo, 15 de diciembre de 2013

Michael Douglas estaba en lo cierto: VPH y cáncer de garganta



Los casos de cáncer orofaríngeo aumentan cada año y entre el 45 y el 90% de las veces el causante del cáncer es el virus del papiloma humano. Por suerte las dos vacunas aprobadas contra el virus protegen no sólo contra cáncer de cérvix sino también contra un posible cáncer de garganta… hombres y  mujeres pueden vacunarse.

El 3 de Junio de 2013 el actor Michael Douglas declaraba al periódico The Guardian que su cáncer de garganta no había sido causado por excesos en el consumo de alcohol, tabaco y drogas, sino por el virus del papiloma humano contraído por practicar sexo oral. La entrevista originó todo tipo de críticas, incluyendo un desmentido del representante del actor y la incredulidad de muchos, que pensaban que el protagonista de Wall Street se había convertido en un puritano.  Pero, ¿qué hay de cierto en las declaraciones del actor?



Hasta finales de los 90 la mayor parte de los casos de cáncer de garganta se correspondían con hombres de 50 años o más que habían fumado y bebido durante 30 años. Después empezaron a aparecer pacientes con un perfil distinto: hombres y mujeres más jóvenes con un estilo de vida saludable. Sus tumores también eran diferentes puesto que muchas veces no tenían mutado p53, el cáncer no empezaba exactamente en el mismo sitio y el pronóstico era mejor tras un tratamiento de quimioterapia y radioterapia.

Parece claro que los investigadores se enfrentaban a dos tipos de cáncer de garganta pero, ¿por qué eran tan diferentes? Si el cáncer no parecía estar causado por el abuso de alcohol y tabaco, ¿a qué se debía?

La primera pista apareció en un cultivo celular derivado de un tumor orofaríngeo: las células estaban infectadas por el VPH (HPV en inglés), el virus del papiloma humano. Podría tratarse de una contaminación pero, analizando múltiples muestras de tumores, descubrieron que el VPH estaba en el 25% de ellas y que además estaba produciendo oncoproteínas, una indicación de que podía ser la causa del cáncer. Aunque en el 2000 ya se publicó un estudio que apuntaba al VPH como la causa del nuevo tipo de cáncer, la idea no caló hasta 2007, cuando se presentó un estudio en el que durante siete años se acumularon datos de pacientes y se analizaron biopsias, descubriéndose que aquellos que tenían cáncer de cuello o cabeza tenían 15 veces más posibilidades de estar infectados por el VPH. Además se confirmaron los indicios: los pacientes con cáncer positivo para VPH tenían múltiples compañeros sexuales pero no existía una relación significativa con el consumo de alcohol y tabaco. En el caso de los pacientes con cáncer VPH negativos el perfil era justo el contrario: fumadores y bebedores sin asociación con la actividad sexual.

La mayor probabilidad de supervivencia de los pacientes con cáncer positivo para VPH está llevando a médicos e investigadores a buscar tratamientos menos agresivos. Sin embargo, la principal vía de actuación se está basando en la prevención mediante las vacunas aprobadas en 2006, Cervarix y Gardasil, que protegen contra el cáncer de cérvix y el de garganta al inmunizar las dos contra VPH-18 y VPH-16, siendo esta última variante la responsable del 90% de los casos de cáncer orofaríngeo y el principal agente tras el cáncer de cérvix.



Aunque para el cáncer de cuello de útero existe un buen método de detección precoz, la tinción de papanicolauen el exudado vaginal, no existe una prueba no invasiva para detectar lesiones precancerosas en la garganta, de ahí la importancia de la inmunización.

Por el momento la vacuna está recomendada en mujeres  de 9 a 25 años y Gardasil también ha sido aprobada en Estados Unidos y Europa para su uso en varones de la misma  edad. Se trata de vacunar a la población antes de haber tenido contactos sexuales que les puedan haber puesto en contacto con el virus para que la inmunización sea efectiva.

En España se está vacunando a todas las niñas de 14 años (aún no se vacuna sistemáticamente a los  varones) y las dos vacunas están demostrando una protección significativa y persistente, existiendo una cierta protección cruzada frente a tipos de virus no incluidos específicamente en el cocktail de la inyección. Protegerse frente al virus y sus posibles efectos cancerígenos es importante porque, aunque la mayoría de las infecciones por VPH se resuelven espontáneamente sin tratamiento y el organismo se limpia de virus al cabo de unos dos años,  su prevalencia es alta en la población española (un 14,3% entre las mujeres de 18 a 65 años y un 29% entre las jóvenes de 18 a 25 años), siendo más común en aquellas que han tenido más compañeros sexuales (encontrándose en un  8,9% de mujeres con una sola pareja frente a un 44,6% de mujeres que declaran haber tenido relaciones con 10 o más parejas) y por tanto el riesgo de contraer las variantes más peligrosas y que la infección tenga consecuencias existe (un 5% de los portadores crónicos desarrollarrá cáncer o un precáncer) y prevenirlo es tan fácil como vacunarse.



¿Qué hay de la población adulta que ya ha tenido contactos sexuales y que quizás ya se ha infectado en algún momento por el VPH? ¿Merece la pena vacunarse? Aunque el virus está bastante extendido la probabilidad de haber estado en contacto con el virus varía según el número de compañeros sexuales que se haya tenido. La decisión recae en cada uno pero hay que tener en cuenta que es improbable haber estado en contacto con todos los tipos para los que la vacuna ofrece protección y aunque sea una cuestión de probabilidad, no siempre se pueden prevenir varios tipos de cáncer con sólo unas inyecciones.

“Varios” se refiere en este caso a múltiples tipos de cáncer pues además de cáncer de cuello de útero, vulva, pene, ano y garganta algunos estudios apuntan a que el VPH también podría ser la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco. Así que parece que Michael Douglas tenía razón y el virus del papiloma humano, aunque muchos no fuéramos conscientes, causa miles de casos de cáncer de garganta al año. Por suerte esta vez, gracias a las vacunas, jugamos con ventaja.

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